Un grupo ecologista soltó hoy a 75 tiburones bambú en la costa tailandesa para llamar la atención a la comunidad internacional a fin de que adopte un pacto de protección de esta especie y una regulación del mercado de la aleta.
Esta especie de tiburón, original de las costas de los océanos Índico y Pacífico, es la más común en los mercados tailandeses que suministran este preciado animal a los restaurantes que sirven como un manjar la sopa de la aleta.
"Al comprar los tiburones en los mercados locales les dimos una segunda oportunidad de vida", dijo a Efe Gwyn Mills, fundador del grupo para la conservación de los mares "The Dive Tribe".
En las últimas décadas, el número de tiburones en las costas de Tailandia han disminuido de manera notable a causa de la demanda que desata su codiciada aleta.
La desaparición de esta especie depredadora de los arrecifes supone un desequilibrio natural que puede desembocar en una "catástrofe", apuntan desde la organización.
La suelta de los escualos, de los que previamente se han recogido muestras de su ADN y han sido marcados para la realizar un estudio de seguimiento y comportamiento junto a la Universidad de Mahidol, se ha hecho en dos puntos distintos del golfo de Tailandia: uno en la costa de la ciudad de Pattaya y otro en la isla de Koh Tao.
Precisamente, Tailandia anunció el pasado miércoles, durante la Convención sobre el Comercio Internacional de Flora y Fauna (CITES) que se celebra en Bangkok, su oposición a la propuesta de protección sobre siete especies de tiburones y mantas raya para que se incluyan en el apéndice II, especies no amenazadas por la extinción pero con un comercio muy regulado.
"No apoyamos la propuesta de protección ya que perjudicaría a nuestro sector pesquero", señaló el jefe del departamento tailandés de Pesca, Wimol Jantrarotai.
Dicha propuesta de protección para los escualos ha creado en el CITES dos bandos claramente delimitados entre el bloque liderado por los países Latinoamericanos, a favor de la petición, y el bando asiático, posicionado en contra.
Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica y Honduras abanderan las iniciativas que conjuntamente promueven con el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos, para regular las capturas y el comercio de tiburones de punta blanco, martillo y sardinero, además de mantas.
Por otro lado, China y Japón, los países con mayor consumo de aleta de tiburón, presionan para impedir que sigan adelante las medidas de protección bajo la sospecha de que en la pasada cumbre del CITES, celebrada en Doha en 2010, compraron votos a su favor.
La propuesta, que requiere los votos de al menos dos tercios de más de 2.000 delegados de 177 países representados en la convención, será puesta en votación la próxima semana, antes de que termine la reunión de Bangkok el día 14.
Más de 104 millones de tiburones son capturados cada año en todo el mundo, de los cuales 78 millones son atrapados sólo por su aleta y devueltos al mar una vez que ésta ha sido cortada, donde mueren desangrados, según datos del grupo pro ambiental WildAid.
Varias especies de escualos, incluidos el tiburón ballena, el blanco y el martillo, están en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
"Tailandia debería virar su política con los tiburones y crear un área protegida para atraer al ecoturismo", sentencian desde la organización tailandesa
Imagen de: www.fotonatura.org en la imagen se observa un tiburón bambú
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